Hoy quería mostraros una de las plantas que más me gustan y con la que estoy comenzando a trabajar y a obtener resultados, se trata de la lavanda.
La lavanda tiene propiedades curativas bastante interesantes, por lo que no es de extrañar que muchas veces en productos de herbolistería aparezcan, aunque es más habitual otra clase de hierbas. Ayuda a la cicatrización de las heridas con una decocción y su preparación sería sencilla:
Poner un litro de agua entre 30g y 50g de flores. Dejarlos reposar durante unos 10 minutos para después, aplicarlo en compresas sobre la herida.
En tintura, ayuda al dolor de la artrosis. La tintura es un proceso en el que se mezcla el alcohol y la planta fresca, dejándola reposar un día. Mediante un paño puedes ir aplicando el resultado en la zona con dolor articular. Aunque este último lo preparé para la abuela de mi pareja y según la mujer, no le hace nada. Aunque siguiendo con los dolores, en su mezcla con el romero y el tomillo, amplían sus propiedades a la hora de aliviar el dolor. Incluso a los migrañosos, nos ayuda a bajar la intensidad del dolor. Tanto en infusión como en aceite. En aceite se suele frotar por la sien o la nuca y actualmente en farmacias o herbolisterias venden aceites con lavanda y otras hierbas, pero siempre es más aconsejable hacerlo nosotros mismos puesto que nos ahorramos ingredientes externos menos naturales.
Para los que padecemos insomnio o incluso estrés, una infusión de lavanda ayuda a conciliar el sueño, además de bajar la fiebre. A mí personalmente su olor me ayuda cuando estoy nerviosa o tengo insomnio, unas bolsitas de tela llenas de lavanda en la mesita o una crema aplicada en el pecho que me compré en Lush llamada Sleepy.
La lavanda tiene grandes propiedades curativas, pero también esotéricas. Se suele usar en rituales de purificación-ya que es una hierba protectora, aunque yo suelo usar otra clase de hierbas-y, por lo que me he estado informando, detrás de las puertas para alejar la negatividad. Lo que no me sorprende, ya que la abuela de mi pareja suele hacer saquitos con hierbas justo de lavanda y la deja en las puertas de entrada. Ya sabéis que este tipo de tradiciones muchas veces pasan de generación en generación y de alguna manera se llevan a la práctica por pura superstición o costumbre, olvidando a veces la verdad sobre el hecho.
A su vez, la lavanda potencia gracias a su aroma tan fresco, la felicidad o paz interior. A mí tener una entre las manos cuando estoy meditando me permite centrarme más en la meditación.
Espero que os haya gustado el blog, si es así, seguiré trayendo más curiosidades sobre hierbas